El Éxodo Olvidado - Khakled Hasan



Hallazgos arqueológicos sugieren que los valles montañosos de Bután han sido habitados por varios miles de años. Los butaneses están emparentados con los tibetanos del norte, compartiendo tesoros físicos, lingüísticos y culturales, que señalan que en alguna época desconocida del pasado, una migración significante de tibetanos llegó por los pasos de los Himalayas para establecer la base de la actual población.

In 1988, Bután reportó haber desalojado a más de 100,000 residentes de habla nepalesa (otros reportes dicen que 40,000) de distritos en el sur de Bután, creando una gran comunidad de refugiados que ahora está siendo detenida en siete campos de refugiados temporales de la ONU en Nepal y Sikkim. Los cifras reales son difíciles de establecer, como muchos aquéllos en los campos son reportados por tener papeles de identidad falsificados. Después de años de negociaciones entre Nepal y Bután, en 2000 Butan acordó en un principio permitir a ciertas clases de refugiados volver a su país. Sin embargo, ninguna ha sido permitida. Un desorden significante es ahora reportado por estar promoviéndose en los campos, especialmente cuando las Naciones Unidas terminan con un número de programas de educación y bienestar en un esfuerzo por obligar a Bután y a Nepal a llegar a un acuerdo.

En Bután, casi todos los medios están controlados por el estado. Así que para mantener informados a los refugiados y a los que quedan, se han creado varios medios en los campos de refugiados a lo largo de los años. Pero se están enfrentando a una crisis financiera. Las leyes de Nepal prohíben a los extranjeros vender sus publicaciones en el mercado local, e incluso si los periodistas refugiados pudieran vender sus periódicos, su público no podría permitirse comprarlos.
Se han fundado en el exilio organizaciones como la Asociación de Activistas de Libertad de Prensa (APFA) en Bután, el Sindicato de Prensa de Bhután (BPU) y la Red de Medios del Tercer Mundo (TWMN), para hacer campaña a favor de la libre expresión en el país.

La TWMN creó una nueva iniciativa, la Fundación para la Promoción de Medios en el Exilio, para alentar el financiamiento por parte de organizaciones internacionales y de derechos humanos. La fundación busca apoyar los medios de los campos de refugiados al proporcionar apoyo financiero y capacitación, y organizar un premio periodista del año para alentar a los jóvenes periodistas que están en los campos.











































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